He encontrado una reflexión de una persona acerca de ser un buen maestro, y me ha parecido interesante dejarlo aquí, para que todos recordemos a aquellos profesores que pudieron ser ejemplo para nosotros, o como en este caso, han sido personas que han dejado marca y palabras sabias en nuestra vida.
"Un buen Profesor" por SERAMON
Aun recuerdo la primera clase de cuarto de E.G.B. No es que me caracterice por tener una buena memoria, sino porque las cosas que te marcan las recuerdas siempre. Era un lunes a las nueve y media de la mañana de un septiembre caluroso en Madrid.Recuerdo los nervios del momento por saber con quién te había tocado en la clase, si mi amigo tal, si el que me cae mal, si la chica esa que me miro un día jugando al futbol en el recreo?
El silencio se apodero de la clase, cuando apareció nuestro nuevo profesor. El era Álvaro, o como nos pidió que le llamáramos; Don Álvaro. Un hombre alto de aspecto serio pero a la vez tan cercano, que se había ganado la fama como un profesor de los de la antigua escuela.Nada más sentarse en su mesa, abrió un libro de aspecto viejo cuyo título era "Juan de Mairena, sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo", obra del gran Antonio Machado por el que Don Álvaro tenía un respeto enorme. Y comenzó a leer;
"Señores: la verdad del hombre empieza donde acaba su propia tontería. Pero la tontería del hombre es inagotable. La corriente en el hombre es la tendencia a creer verdadero cuando le reporta alguna utilidad. Por eso hay tantos hombres capaces de comulgar con ruedas de molino. No olvidéis, sin embargo, que lo corriente en el hombre es lo que tiene de común con otras alimañas. Sed originales; yo os lo aconsejo; casi me atrevería a ordenároslo. Cuando el saber se especializa crece el volumen total de la cultura."
Después Don Álvaro añadió con sus propias palabras:
"El buen maestro es aquel que transmite su conocimiento sin importarle que el alumno lo supere, sin avergonzarse cuando se equivoca, pues pueden rectificar juntos, es aquel que le enseña a respetar los libros, pues son sus amigos, quien le da lecciones de vida, sin ser el maestro de la vida, pues nadie lo es, un buen maestro te enseña a apreciar los conocimientos y a querer saber más y hasta por qué no, también a compartirlos."
Si algún día no soy capaz de transmitiros todo esto, abriré la puerta y me iré.
Yo, un chaval de apenas 10 o 11 años no entendía absolutamente nada de lo que decía ese hombre. Ese año cada uno de mis compañeros y yo leímos una media de 115 libros voluntariamente, aprendimos lo que no habíamos aprendido en nuestra corta vida y supimos lo que era sentir el hambre de aprender más.
Hoy si entiendo las palabras de ese hombre y su magnífica presentación, y a pesar de haber tenido montones de profesores durante toda mi vida, recuerdo a Don Álvaro como a mi primer "maestro". Hoy tengo en la estantería de mi cuarto como recuerdo y como fijación a "Juan de Mairena".
"Un buen Profesor" por SERAMON
Aun recuerdo la primera clase de cuarto de E.G.B. No es que me caracterice por tener una buena memoria, sino porque las cosas que te marcan las recuerdas siempre. Era un lunes a las nueve y media de la mañana de un septiembre caluroso en Madrid.Recuerdo los nervios del momento por saber con quién te había tocado en la clase, si mi amigo tal, si el que me cae mal, si la chica esa que me miro un día jugando al futbol en el recreo?
El silencio se apodero de la clase, cuando apareció nuestro nuevo profesor. El era Álvaro, o como nos pidió que le llamáramos; Don Álvaro. Un hombre alto de aspecto serio pero a la vez tan cercano, que se había ganado la fama como un profesor de los de la antigua escuela.Nada más sentarse en su mesa, abrió un libro de aspecto viejo cuyo título era "Juan de Mairena, sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo", obra del gran Antonio Machado por el que Don Álvaro tenía un respeto enorme. Y comenzó a leer;
"Señores: la verdad del hombre empieza donde acaba su propia tontería. Pero la tontería del hombre es inagotable. La corriente en el hombre es la tendencia a creer verdadero cuando le reporta alguna utilidad. Por eso hay tantos hombres capaces de comulgar con ruedas de molino. No olvidéis, sin embargo, que lo corriente en el hombre es lo que tiene de común con otras alimañas. Sed originales; yo os lo aconsejo; casi me atrevería a ordenároslo. Cuando el saber se especializa crece el volumen total de la cultura."
Después Don Álvaro añadió con sus propias palabras:
"El buen maestro es aquel que transmite su conocimiento sin importarle que el alumno lo supere, sin avergonzarse cuando se equivoca, pues pueden rectificar juntos, es aquel que le enseña a respetar los libros, pues son sus amigos, quien le da lecciones de vida, sin ser el maestro de la vida, pues nadie lo es, un buen maestro te enseña a apreciar los conocimientos y a querer saber más y hasta por qué no, también a compartirlos."
Si algún día no soy capaz de transmitiros todo esto, abriré la puerta y me iré.
Yo, un chaval de apenas 10 o 11 años no entendía absolutamente nada de lo que decía ese hombre. Ese año cada uno de mis compañeros y yo leímos una media de 115 libros voluntariamente, aprendimos lo que no habíamos aprendido en nuestra corta vida y supimos lo que era sentir el hambre de aprender más.
Hoy si entiendo las palabras de ese hombre y su magnífica presentación, y a pesar de haber tenido montones de profesores durante toda mi vida, recuerdo a Don Álvaro como a mi primer "maestro". Hoy tengo en la estantería de mi cuarto como recuerdo y como fijación a "Juan de Mairena".
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